Se empezó a levantar en el siglo XII como fortaleza defensiva en estilo románico, su construcción y decoración se prolongará varios siglos dando lugar a la ejecución de varios estilos arquitectónicos. En su interior destaca además del Altar Mayor y su coro, la Sacristía de las Cabezas, única en España, joya del Renacimiento, obra de Alonso de Covarrubias y el maestro seguntino Martín de Vandoma. En la Capilla de Santa Catalina descansan los restos del Doncel D. Martín Vázquez de Arce, bajo una estatua de alabastro en posición semiyacente y actitud de lector de libro.